29 diciembre 2010

Nuevo año impar

El problema de acabar años es que empiezan nuevos. Y digo problema porque nos volvemos gilipollas y pensamos que por pasar de diciembre a enero vamos a cambiar y ser mejores personas (o al menos intentarlo, como el dejar de fumar o ir al gimnasio). Yo he dejado de autoengañarme por fin y haciendo un repaso a años atrás he descubierto, ya sea por azar o por costumbre, que los años impares soy peor que los pares. Peor no me refiero a que mate a gatos, sino que soy mucho más zorra, más mezquina, llámalo X.

Recuerdo ese afán por convertirme en mejor persona a 30 de diciembre ("voy a tratar mejor a la gente", "voy a ser menos borde", "voy a ser más paciente"...) y cuando llegaba de nuevo el 31 de diciembre decía: "joder, has vuelto a lo mismo Maca" (nunca me nombro a mí misma cuando hablo conmigo, pero ese será otro tema). Así que este año he decidido que no voy a cambiar yo, sino la gente que me rodea que al fin y al cabo hacen que yo sea así.

¿Por qué aguantar a la gilipollas de turno que no tragas desde enero para que en septiembre tengas que pasar el mal rato de mandarla a tomar por saco? Mejor no la elijas para tu día a día, que luego vienen las lamentaciones en diciembre y te pillan las uvas. Así que este año 2011, al ser impar, como voy a ser más zorra al menos lo aviso. Si no te llamo en febrero no esperes que lo vaya a hacer en marzo.

Mi otro propósito es seguir con el blog y darle vidilla, que como ya está pasado de moda pues vuelvo a él. ¿Será posible que ya haya tecnologías vintage? ¿Qué será lo próximo? ¿Quedar de nuevo en IRC?

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